jueves, 4 de septiembre de 2014

Funda para viajar con la réflex de incógnito (ref.074)

Llevaba tiempo dándole vueltas a cómo hacer para viajar (o salir a la calle) con la cámara réflex sin llevar la típica bolsa o mochila de fotógrafo que va "avisando a los amigos de lo ajeno" que al menor descuido se pueden llevar varios cientos de euros en especie entre cámara, objetivos, flash... ¡así que me puse manos a la obra! 

Con un tupper recortado y adaptado al tamaño de la cámara, mucha tela con espuma (foam), tela fuerte (sarga laboral se llama), hilo a contraste y una cremallera de doble sentido conseguí hacer una funda que se acopla perfectamente en cualquiera de las mochilas-bandoleras que tengo y pasa mucho más desapercibida que la típica funda para cámaras.

¡Éste es el resultado!



En la parte que hace las veces de tapa le puse un bolsillo para dejar las tarjetas de memoria, la batería de repuesto...


Como el resultado final inicial quedaba demasiado soso, con pintura de tela y a mano alzada (así está, que una de las patas parece que está debajo de la cola) reinterpreté el logo de Tótum Revolútum en un trozo de tela aparte que luego cosí como si fuera un parche con la marca... ¡que quién sabe si no será así en el futuro!


Entre unas cosas y otras, con la tontería de que quedase bien visualmente, lleva bastante trabajo, sobre todo porque está cosido totalmente a mano... aún así, además de lo entretenido que estuve, entre los materiales que tuve que comprar y lo que ya tenía por casa no me habré gastado más de 6 euros en total, ¡así que genial!